lunes, 28 de marzo de 2011

Una vida muy interesante

Una vida muy interesante

¿Cómo resumir en una cuartilla una de las vidas más interesantes y productivas que ha tenido la humanidad en cuestiones terapéuticas?

Y digo productivas porque el personaje del que hoy les hablaré creó toda una corriente dentro de la psicología existencial llamada LOGOTERAPIA, dentro de los campos de concentración.

Si aún no sabes de quién te hablo, te lo presento aunque sea en breves líneas, ¿Su nombre? Viktor Emil Frankl nació en Viena, Austria el 26 de Marzo de 1905.
Desde muy joven descubrió que su camino estaba en el mundo de la medicina, e ingresó a la facultad de medicina de la Universidad de Viena y se especializó en neurología y psiquiatría.

Éste personaje desde muy corta edad convivió y se relacionó a nivel profesional con grandes personajes dentro de la psicología tales como: Sigmund Freud, Alfred Adler, entre otros, de los cuales absorbió gran parte de sus conocimientos para así desarrollar su propia escuela en Viena.

Dentro de sus conceptos Frankl incluye, a diferencia del resto de los teóricos de la psicología -incluso los humanistas- el aspecto doloroso de la existencia como algo intrínseco a nuestra naturaleza humana y como oportunidad de desarrollo, aprendizaje y sentido.

Como si el destino hubiera querido probarlo, es llevado durante la segunda guerra mundial (1942), a los campos de concentración nazis y vivió el holocausto, junto con su familia, aunque ellos no tuvieron la misma suerte o bendición como lo quieran ver y mueren en diferentes campos de concentración.  

En su libro “El hombre en busca de sentido” describe, “Me encontraba solo con mi existencia literalmente desnuda” despojado de sus seres queridos, de su profesión, de sus pacientes, de todas sus pertenencias, todo su sentido anterior estaba perdido en ese momento, y apareció un nuevo sentido: ¡Sobrevivir!, se prometió a sí mismo que no se quitaría la vida como muchos de sus compañeros.

Se propuso aprender algo de aquél terrible lugar para después ponerlo al servicio de la humanidad. Vivió esos dos años y medio como el prisionero 119 104. 

El sentido del humor fue también un elemento importante para la supervivencia.
Al terminar la guerra el 27 de abril de 1945, Frankl tuvo que esperar varios meses para que pudiera sobreponerse a las experiencias vividas y a sus pérdidas para regresar a trabajar a la Policlínica de Viena. Allí dicto –entre lágrimas- a varias enfermeras lo que había sido su vivencia en los campos de concentración. Esta publicación que originalmente se llamó "Un psicólogo en un campo de concentración" es la que conocemos como “El hombre en busca de sentido”, misma que ha sido publicada en 18 idiomas.

Desde entonces se dedicó a escribir, a dar conferencias alrededor del mundo, a hacer psicoterapia, a entrenar logo terapeutas, y a transmitir su mensaje tal como se lo propuso al ingresar al campo de concentración.

Murió en Viena el 2 de Septiembre de 1997. Vivió 92 años muy activos y llenos de sentido, dejándonos un legado de amor a la vida y esperanza hacia el ser humano.  Le sobreviven su esposa Elly, su hija Gabriele, su yerno Franz Vesely y sus nietos Alexander y Katharine, todos involucrados y comprometidos con la misión de la Logoterapia: iluminar con la luz del sentido.

No dejes de leer el libro “La llamada de la Vida” de Haddon Klingberg Jr. En el cual relata la vida y la obra de Viktor Frankl. De hecho este libro es considerado como la única biografía autorizada de Frankl. Es de editorial Oceano.

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