La Mina de Diamantes

La Mina de Diamantes

En una época como la que estamos viviendo en nuestro país, caracterizada por la crisis y no solamente económica, ahora hasta con emergencias sanitarias, vale la pena hacer un alto para la reflexión y recordar por ejemplo, el mensaje del magnífico cuento que hiciera famoso el sacerdote Russell Conwell, Campo de Diamantes, también conocido como Una Mina de Diamantes bajo sus pies.

El relato trata de un persa que vivió en la antigüedad, llamado Alí Hafed, el cual estaba satisfecho y era feliz hasta el día que oyó hablar de diamantes. Entonces vendió su granja, abandonó a su familia y emprendió la búsqueda de diamantes. Pero esta no tuvo ningún éxito y al final de sus días Alí Hafed, se encontró física y espiritualmente deshecho.

“De esta forma, vendió su finca, reunió su dinero, confió su familia a un vecino y partió a la búsqueda de diamantes. Comenzó su búsqueda, con razón en mi opinión, en los montes de la Luna. Luego, tornó hacia Palestina, erró por Europa, luego al fin, cuando hubo gastado todo su dinero, cuando estaba hecho andrajos, pobre y menesteroso, estaba al borde de la bahía de Barcelona en España, donde una inmensa mareada echa por tierra los pilares de Hércules. El pobre hombre, afligido, sufriente, moribundo, no puede resistir la horrible tentación de lanzarse a las olas que venían hacia él. Sube hasta la cresta de una de ellas, para no volverse a levantar”.

El lugar donde Conwell ubica el final de su cuento es la mina Golcanda, una de las más ricas del mundo en diamantes. De ella salieron los diamantes para las joyas de las coronas de Inglaterra y de Rusia, y el famoso diamante Koh-i-noor, entre otros. La conclusión del cuento es que la granja que Alí Hafed abandonó para ir en busca de una fortuna en diamantes, se convirtió posteriormente en La Mina Golcanda

El concepto de la Mina de Diamantes es de suma utilidad, todos tenemos nuestra propia mina de diamantes a través de nuestros recursos personales, talentos, capacidades. Un mal enfoque de la crisis es que busquemos las respuestas afuera en todos sentidos, de nosotros, de nuestra familia, de nuestra empresa, de nuestro país.

El individuo debe, antes que nada, buscar cuidadosamente las oportunidades en su realidad presente, a partir de enfocarse el lo que sí tiene y no ve.

Recuerda la crisis representa también oportunidades.

Carlos Magaña Pastrana