sábado, 8 de septiembre de 2012

Servicio al Cliente


Cómo Administrar la Experiencia de Servicio del Cliente

Asegurar la Satisfacción del Cliente si bien no es tarea fácil, tampoco es algo que debe dejarse al azar. Sabemos que la satisfacción del cliente es multifactorial pero podemos clasificar esos factores en tres fuentes principales:

1.     Calidad del Producto.
2.     Precio.
3.     Calidad en el Servicio.

Las dos primeras tienen que ver con procesos eficientes de comercialización y estrategias de marketing efectivas para los productos y servicios que ofrece a sus clientes, en todo caso, esto hará que el cliente lo perciba como una opción y se acerque a su negocio porque le parezca atractivo, conveniente e incluso emocionante el cubrir sus necesidades tanto materiales como personales con la “oferta de valor” que su empresa le hace, con todo ello, el Cliente va elaborando sus expectativas y análisis de precio-valor.

La tercera, Calidad en el Servicio, tiene que ver con el contacto directo que el Cliente establece con su empresa sea este físico o virtual, a partir de la expectativas generadas. Con el inicio de la relación el Cliente activa los “termómetros” con los que medirá el cumplimiento de las mismas, y le ayudarán a evaluar su decisión de compra. Dichos “termómetros” tienen que ver con las siguientes dimensiones de la Calidad y el Servicio:
 a) Confiabilidad
 b) Responsabilidad
 c) Seguridad
 d) Empatía y
e) Todos los aspectos Tangibles.

El Cliente quiere experimentar congruencia y consistencia entre su oferta de valor y lo que realmente sucede en su negocio, (sea este un hospital, un hotel, un restaurante, una línea aérea, un banco, etc.). La entrega del servicio debe estar soportada por un lado, de procesos bien diseñados para facilitar la compra del Cliente, y por el otro, por acciones en las que el Cliente perciba que para la empresa él es muy importante y único, a través de la atención personalizada. La experiencia de servicio del Cliente, por lo tanto, está en función de la calidad de diseño de sus procesos y de la calidad en la relación que establezca con él; esto significa que el servicio al Cliente implica tanto aspectos materiales como humanos que, en su conjunto generan una “Experiencia Emocional” que puede incrementar Clientes Leales y Rentables o por lo contrario su Mala Recomendación y pérdida de ingresos.

La pregunta es ¿Podemos Administrar la Experiencia de Servicio del Cliente? Y la respuesta es SÍ. Para ello son de vital importancia las siguientes consideraciones:

1º.  Comprender que la Relación que se da con el Cliente va más allá de lo “transaccional”, en realidad se establece una “Relación Emocional” desde el marketing hasta el contacto directo.
2º.  Tener consciencia de que la Experiencia de Servicio, es en realidad, una Experiencia Emocional en la Relación, que bien administrada es la fuente generadora de valor para todas las partes interesadas en la empresa.
3º.  La entrega del Servicio por parte del personal de contacto, lo debemos entender fundamentalmente como un “Trabajo Emocional” en el que hay que sonreír, establecer contacto visual, mostrar interés sincero, establecer conversaciones, mostrar amabilidad y cortesía, manejar adecuadamente las quejas, así como todas las dimensiones de la Calidad y el Servicio antes mencionadas. ¡Vaya que es un trabajo verdaderamente emocional!
4º.  El Trabajo Emocional requiere de que los colaboradores en su perfil sean emocionalmente competentes y cuenten con Autoestima y Empatía o en su caso capacitarlos, formarlos y educarlos, ya que éstas son la base para la relación.
5º.  La Relación con el Cliente es una “Vía de ida y vuelta” en la que circulan emociones, estados de ánimo y sentimientos, de quienes entregan y reciben el servicio. Por lo tanto ambas partes, tienen una experiencia emocional.
6º.   El punto está en que la experiencia emocional del Cliente, es decir las sensaciones, emociones y sentimientos que experimenta en la relación, influyen significativamente en su percepción y evaluación de los encuentros de servicio y por lo tanto en su decisión de compra. En este sentido al cliente no le interesa el otro lado de la relación pero sí los efectos que tiene en él. Sobre todo de cara a la proporción precio-valor.
7º.  Para quien entrega el servicio, la experiencia emocional es la base de su trabajo y a él sí le debe interesar asegurar que sea una experiencia emocional satisfactoria para la otra parte.
8º.  Administrar la Experiencia de Servicio del Cliente dados los puntos anteriores significa entonces, aprender a Administrar las Emociones del Cliente, tanto en la relación como en todos los aspectos tangibles del negocio. En otras palabras, determinar con precisión el Ciclo de Servicio de su empresa, los momentos de la verdad que incluyan tanto el tipo de relación requerida como los aspectos tangibles en términos de productos, procesos, ambientación, aromas, sabores, limpieza, higiene y todo aquello que nos permita estimular todos los sentidos del cliente y lo más importante aún su corazón, para garantizar que cada momento de la verdad sea positivo y con ello una gran experiencia de compra y de servicio espectacular que produzcan un ¡WOW! 
Procesos y Relación
Diseño, control y mejora continua de procesos, conocimiento del Cliente para administrar la relación, son condiciones necesarias para gestionar la experiencia de servicio de sus Clientes.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Calidad en el Servicio: La Ventaja Competitiva Calidad en el Servicio: La Ventaja Competitiva

La globalización de los mercados demanda para las empresas en general y para las mexicanas en particular, cumplir con estándares de desempeño de clase mundial, que les permitan competir y permanecer en un ambiente turbulento, de cambio constante y de una economía mundial en crisis.
El hecho es que la globalización tiene impactos políticos y sociales que actúan como impulsores para que los países desarrollen estrategias y programas (con categorías e indicadores internacionales) que por un lado, mejoren su competitividad y de esta manera atraigan inversión extranjera directa, y por el otro, favorezcan la competitividad interna. En nuestro caso, El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) publicó su Informe Anual de Competitividad Global 2011-2012, en el que se establece que México mejoró ocho posiciones en el resultado general del Índice Global de Competitividad, al pasar de la posición 66 a la 58 entre más de 140 países, de igual forma por sexto año consecutivo México continúa mejorando su ambiente para hacer negocios, según el reporte Doing Business 2012 del Banco Mundial[1].
Es predecible suponer que un país que ocupa la posición 58 presente problemas de alto desempleo, pobreza extrema y particularmente en nuestra situación como nación, grandes preocupaciones en el tema de seguridad, que ahuyentan tanto la inversión extranjera directa, como la productividad interna.
El punto es que el ambiente externo en el que se desempeñan las empresas, es decir, su entorno político, social y económico en el que se encuentran inmersa, demanda nuevas estrategias competitivas, en donde ya no es posible sustentar su ventaja competitiva en las viejas prácticas de bajos costos en la “mano de obra”, o en los grandes presupuestos para la publicidad y en la economía de escala. Las organizaciones requieren más que nunca de la innovación y de la creatividad para competir y ser líderes en el mercado. Nos encontramos ante nuevas reglas del juego que, exigen competir en una ECONOMÍA DE SERVICIOS, en donde la distinción entre Empresas de Servicio y Empresas de no Servicio, prácticamente no existe. La diferencia está en la forma que entregan el Servicio y en el Valor Superior que dan a sus Clientes.


En este sentido, la Calidad en el Servicio es La Ventaja Competitiva y supone más que, únicamente la buena actitud de los empleados de contacto con el cliente.
Construir esta Ventaja, parte de dos principios fundamentales; el primero es comprender que el Servicio, es el resultado de todo el esfuerzo que hace la organización en términos de recursos, procesos y capacidades para ofrecer y entregarle al Cliente un producto tangible o intangible, que cubre o crea una necesidad en el mercado, el segundo por tanto es, que el Servicio es Responsabilidad de Todos en la Organización. Cuando la empresa logra un Desempeño consistente en estos dos factores, es decir, en el esfuerzo y responsabilidad de todos, entonces es un buen inicio para contar con una ventaja importante.
¿Cómo convertirla en La Ventaja Competitiva?
·      Incorporando la Calidad Total en toda la Cadena de Valor de la Empresa.
·      Escuchando la Voz del Cliente.
·      “Escuchando la Voz” de los Procesos.
·      Desarrollando las Competencias requeridas para la Calidad, el Servicio y la Atención  en todos los Colaboradores.
·      Generando Aprendizaje Organizacional y retroalimentando el Capital intelectual que le hace singular para ofrecer y entregar el Servicio.
·      Alineando la Cultura Organizacional con el Sistema de Desempeño.
·      Siendo Proactivo en todos los puntos anteriores para lograr un Desempeño Superior.
Mejorar de forma continua  el Desempeño de su Organización es un reto y condición necesaria para ser competitivo en una Economía de Servicios. La capacidad de respuesta de una organización depende mucho más de su sentido de Proactividad para responder de manera adecuada ante los cambios, que de adoptar una postura pasiva en la que la crisis envuelva y comprometa el desempeño de toda la empresa y la Calidad en el Servicio que brinda.

ü  Ser proactivo le genera a su empresa una curva de   aprendizaje que difícilmente puedancopiar sus competidores en momentos críticos.
ü  Ser proactivo es un ingrediente para posicionarse como el líder en su mercado.
ü  Ser proactivo le permite marcar una diferenciación muy clara de cara al Cliente.
ü  Ser proactivo le da la flexibilidad para moverse con mayor rapidez que sus competidores.
En síntesis, la proactividad en todos los puntos señalados, sin duda alguna lo conducirá a que su empresa tenga un Desempeño Superior con Resultados que por tanto, den un Valor Superior a sus Clientes, con cualidades y capacidades únicas, difíciles de imitar y que lo distinguirán de sus principales competidores y cuando esto suceda, entonces habrá hecho de la Calidad en el Servicio “La Ventaja Competitiva”.
Al fin y al cabo, de eso se trata la Competitividad de la DIFERENCIACIÓN.



Carlos Magaña Pastrana
Prodefacthum, S.C.






[1] Existen diversos índices que miden y comparan la competitividad de los países. Los índices más utilizados son el Índice Global de Competitividad elaborado por el Foro Económico Mundial, el Índice Doing Business elaborado por la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el Banco Mundial, el Anuario de Competitividad Mundial del International Institute for Management Development (IMD) y el Índice de Competitividad Internacional construido por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).




jueves, 2 de febrero de 2012

La Función Gerencial


S
i usted ocupa una posición ejecutiva dentro de su empresa, vale la pena reflexionar sobre las siguientes preguntas: ¿Para qué me paga la empresa?, ¿De qué soy responsable?
Al margen del contenido técnico de su puesto, esto es, ya sea especialista en Finanzas, Recursos Humanos, Sistemas, Marketing, Ventas o Jurídico. Lo cierto es que si se desempeña a nivel ejecutivo, requiere de las competencias llamadas en forma genérica de “Management”, para cubrir con efectividad su Función Gerencial.
A través de las respuestas a estas preguntas, veamos en qué consisten dichas competencias y cómo conforman la Función Gerencial, así como los indicadores que revelan la efectividad en su desempeño.

C
on relación a la primera pregunta podemos resumir la respuesta de la siguiente manera: Para el logro de Objetivos Preestablecidos, con la Colaboración de otras personas. Evidentemente que los objetivos se deben de traducir en Resultados Tangibles, expresados en términos de indicadores clave de desempeño tales como:  Calidad, Productividad, Tiempo, Costo, Servicio y un buen Clima Laboral, es decir, lograr resultados dejando en el camino “muertos, heridos y atropellados” es falto de Calidad Gerencial.

Por otra parte, en nuestra definición encontramos dos componentes muy importantes de la función Gerencial:
Objetivos Preestablecidos: lo que supone contar con competencias de Planeación, Administración, Control, Solución de Problemas y Toma de Decisiones, y tener una cultura de Calidad, Productividad y Servicio.

Colaboración de otros: lo que implica  desarrollar  una serie de competencias Conversacionales, de Delegación, Liderazgo, Motivación, Selección y Capacitación, Evaluación, Compensación y ser un verdadero Agente de Cambio.

R
eferente a la segunda pregunta un Ejecutivo Efectivo es aquel que se hace responsable por el uso de unos Recursos para el LOGRO de unos Resultados. Por lo tanto, no estamos hablando de Poder o Jerarquía, sino de Compromiso y Misión.

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